1 de marzo de 2010

Sherlock Holmes y el doctor Watson contra las fuerzas oscuras



"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."
Sir Arthur Conan Doyle

En Estudio en Escarlata, novela presentación de Sherlock Holmes, el doctor Watson sorprendido al descubrir que en pleno siglo XIX su excéntrico compañero desconocía que la tierra daba vueltas alrededor del sol, decidió elaborar una lista acerca de los conocimientos de Holmes. Curiosamente, éste era un cero a la izquierda en literatura, filosofía y astronomía, poco hábil en política y geología, pero destacaba especialmente en química, anatomía, criminología, y es más, Watson se atrevía a definirlo como “un experto boxeador y esgrimista de palo y espada”.

Seguro que muchos enamorados de Sherlock Holmes, que jamás han leído una novela suya, por cierto, la propuesta de Guy Ritchie (que adapta el cómic de Lionel Wigram) les ha parecido una auténtica afrenta al sentido común, a la dignidad del querido personaje, una desafortunada idea del director inglés.

Lo que estos apasionados defensores del famoso detective no son capaces de ver, es que ésta, es sin duda, una de las adaptaciones más cercanas del personaje literario a la gran pantalla.

Adaptación con muchas licencias, por supuesto. Veánse las habilidades judokas de Watson ( Jude Law) o algunas peleas propias del género más cartoon, pero que no desentonan para nada, en gran parte gracias a la química entre la pareja Law- Downey Jr).




Por supuesto que hay acción, al igual que ocurría en las novelas, no tan frenética como en la película de Ritchie, pero innegable (recordemos que Sherlock Holmes "murió" a manos de su archienemigo, el profesor Moriarty, cayendo al fondo de un precipio en Suiza).

Seguro que Sir Arthur Conan Doyle estaría de acuerdo con la nueva propuesta articulada por Wigram, ya que, aunque mucha gente lo desconoce, el célebre novelista fue un gran apasionado del espiritismo y de las ciencias ocultas e incluso participó activamente en multitud de rituales espíritas. No me cabe duda de que aprobaría la elección de un villano (Lord Blackwood), claramente inspirado en un coetáneo de Conan Doyle, el escritor y mago negro, Aleister Crowley.

Porque al igual que la entrañable película de Barry Levinson, Young Sherlock Holmes ( El secreto de la pirámide, 1985), Ritchie y Wigram sitúan al duo detectivesco en el Londres oscuro de la Golden Dawn, de las conspiraciones y tramas (como la de Jack, el destripador) coloreado con pinceladas del Steampunk más interesante.

La película, que comparte estética con producciones muy relacionadas como Vidocq o La liga de los hombres extraordinarios, posiblemente no aporta mucho al género, pero asegura dos horas exquisitas, cargadas de humor ( las anteriores producciones relegaron esta faceta de Holmes) que seguro los amantes del bueno de Sherlock y el universo decimonónico más aventurero sabrán apreciar.


PD: El profesor Moriarty acecha en las sombras…




Las mejores aventuras de Sherlock Holmes en el cine:

El perro de los Baskerville (1939), de Sidney Lanfield
La garra Escarlata (1944), de Roy William Neill
La casa del miedo (1945), de Roy William Neill
El perro de Baskerville (1959), de Terence Fisher
El collar de la muerte (1962), de Terence Fisher & Frank Winterstein
Estudio de terror (1965), de James Hill (Vs. Jack, el destripador)
La vida privada de Sherlock Holmes (1970), de Billy Wilder
The Seven-Per-Cent Solution (1976), de Herbert Ross
Asesinato por decreto (1979), de Bob Clark (Vs. Jack, el destripador)
El secreto de la pirámide (1985),de Barry Levinson
Basil, el ratón superdetective (1986), de Ron Clements (inspirada en).
Sin pistas (1988), de Thom Eberhardt


Artículo de David Boscá

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