11 de enero de 2010

De Sica y su estilo "a lo italiano"



Cuatro años después de que Sofía Loren ganara el Óscar por La Ciociara (Dos Mujeres, Vittorio de Sica, 1960), sorprendió al mundo con la interpretación de Filomena Marturano, la pareja de Domenico Soriano (Don Mimi), papel encarnado por Marcelo Mastroianni. La película de Vittorio de Sica cuenta la historia de Filomena, una joven prostituta que en tiempos de guerra conoce a Don Mimi, un hombre de negocios y caradura, que se siente atraído por ella. A lo largo de los años, el caprichoso destino los vuelve a reunir, y el acomodado Domenico la retira de la calle para colocarla en su casa con la única finalidad de cuidar de su madre.

La primera vez que vi esta película me llevé una desagradable sorpresa, sabía que Vittorio de Sica hacía comedias ligeras pero no historias con una carga tan dramática y al mismo tiempo con tintes cómicos. Tras la primera impresión decidí verla otra vez ya que las películas no se aprecian de la misma manera. Y así fue. Con este segundo visionado descubrí un film interesate, denso, dramático y cínico.



La película arranca con una Sofía Loren a punto de morir. Débil, agotada, sudorosa y agonizante, hace llamar a su mantenedor, Marcelo Mastroianni, quien se dedica a flirtear con las muchachas que pasan por su negocio, y con las que suele comprometerse. Nada más recibir la noticia Don Mimi, corre hasta su casa para encontrarse a Filomena apunto de morir. Durante este primer acto, a través de flashbacks, se nos cuenta la historia de esta extraña pareja. Don Mimi, un playboy hasta en los momentos más difíciles de las posguerra, se encapricha con una joven prostituta, con la que tropieza varias veces en el transcurso de los años. Él se siente atrído por ella, ella se enamora de él. Cansado de saber que su chica es puta decide sacarla del prostíbulo para ponerla en un piso, donde no tiene que hacer otra cosa que limpiar y cuidar de la madre de Doménico. Conforme pasa el tiempo comenzamos a comprender a Filomena, una mujer dura, valiente, que aparte de procurar por su vida, piensa en la de su hijo pequeño. Tras los flashbacks volvemos a la habitación de la moribunda señora Marturano. En un momento de desesperación le pide a Don Mimi que se case con ella, y él, haciéndole el favor a la muerta, acepta. Agobiado por la situación decide hablar con su amante, a quien le dice que en breve estará con ella ya que Filomina está agonizando; acto seguido aparece Sofía Loren, fuerte, reafirmada, viva. "La moribunda está aquí para quedarse" es la frase que le deja caer la señora de Doménico, quien a partir de ese preciso instante vivirá un infierno y sufrirá un cambio de personalidad. Finalmente, y tras pasar por muchas dicusiones "a la italiana" Don Mimi, no sólo acepta los hijos que ha tenido Filomena, sino que reconoce, ya en la madurez, su amor hacia su compañera.


Matrimonio all'italiana es toda una lección de humildad, tanto cinematográfica como personal. La película se centra en la sociedad que surge tras la Segunda Guerra Mundial. A partir de la desestructuración de la familia, y la modernización de la mentalidad en cuanto a la religión, De Sica nos muestra a personas que han perdido su capacidad de sentir. En el film vemos como los personajes cambian, pasan de un plano anímico frío y distante, a otro más humano a través de la agonía que produce la pérdida de un ser querido, a lo que hay que añadir la "jugarreta" de Filomena. Quiero destacar como, al final, el personaje de Mastroanni evoluciona, aceptando en su madurez, al convertirse en un hombre completo. Aunque aparentemente el mensaje de la película sea procatólico, creo que el cambio que sufren los personajes, transgrede las barreras del pensamiento cristiano, para focalizar su discurso en la evolución de las personas y la aceptación de la vida misma.

Si te gustó Matrimonio a la Italiana:

Dos mujeres (1960, Vittorio De Sica)
Seducida y abandonada (1964, Pietro Germi)
Divorcio a la italiana (1962, Pieto Germi)


Artículo de Rubén S. Ferrer

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