6 de enero de 2010

El cine negro se encuentra con el surrealismo



Obra enfermiza y perturbadora, pero ante todo fascinante.

Cronenberg no defrauda, y la película es tan extraña y está tan bien realizada que de no saber quien es el autor uno podría pensar que está dirigida por David Lynch debido a las semejanzas a la hora de construir las inquietantes atmósferas.
Incluso hay un momento entre Ian Holm y Peter Weller que perfectamente podría formar parte del metraje de Carretera perdida de Lynch.

Aunque la película está basada en la novela homónima de William S. Burroughs, lo grande es la manera en que Cronenberg hace suya la historia, aprovechando de nuevo para utilizar su eterno tema de la "Nueva Carne" que verdaderamente le apasiona y obsesiona.



Seres de aspecto anfibio humanoide y grotesco, máquinas de escribir con vida propia, conspiraciones y cine negro en un país extranjero donde la perversión llama a la puerta y la única salida es dejarse llevar por la locura, que todos parecen estar deseando, inducidos por la droga (o más bien, por el polvo para aniquilar insectos).

Si hay que destacar algo, además de la constante presencia de lo enfermizo, es la ambientación, perfecta y logradísima, y que es capaz de ir introduciendo al espectador de manera excelente en ese mundo extraño durante sus dos horas de visonado, y que no hará más que aterrarnos y mantenernos con la boca abierta.


Destacar tambien la música de Howard Shore que ayuda muchísimo a crear la atmósfera sintonizando perfectamente con lo que Cronenberg nos está contando y mostrando, a través de una partitura donde destaca especialmente una trompeta desquiciada que provoca una total sensación de inquietud agobiante.

El primer visionado debe verse con la mente bien abierta, y estando dispuesto a asombrarse ante una historia totalmente surrealista y bizarra, llena de elementos grotescos.

Ni que decir tiene que me ha encantado y he disfrutado enormemente con esta estupenda ambientación y este extraño mundo que Cronenberg nos ha regalado.

La elección del director nunca pudo ser más acertada.


Te pueden interesar:

Eraserhead, 1977
Videodrome,1983
Brasil, 1985
In the mouth of madness, 1994
Carretera Perdida, 1997
eXistenZ, 1999

Artículo de David Tarrazona

No hay comentarios:

Publicar un comentario