14 de enero de 2010

Moore y la sanidad norteamericana



Sicko es el penúltimo documental que ha realizado el polémico, encantador y regordete Michael Moore. Tras destapar la realidad de la educación, la guerra, el gobierno y las grandes empresas, ahora hace lo mismo con el sistema sanitario norteamericano. Y es que, con razón, le tenía que llegar al momento.

SINOPSIS: Michael Moore vuelve a la carga con un documental que denuncia el sistema sanitario norteamericano; un sistema que, al no existir la sanidad universal, excluye a 50 millones de norteamericanos (que, o bien no tienen seguro de salud privado, o no pueden pagárselo) y que se basa en compañías privadas que buscan principalmente beneficios económicos y en aseguradoras que pagan bonos a los empleados que más rentabilidad les proporcionan al denegar prestaciones y reclamaciones a los asegurados. (FILMAFFINITY)

De Sicko me gustaría destacar como arranca. El narrador, Moore, empieza presentándonos a varios testigos que han sufrido y han sido víctimas del sistema sanitario: un hombre que por no tener seguro se da él mismo unos puntos de sutura, un señor que en un accidente pierde dos falanges de los dedos y por no poder pagar la cirujía de los dos dedos decide sólo operarse de uno. A partir de esta presentación el realizador engancha por completo al espectador intrigado, el ciudadano medio que se pregunta ¡pero si en mi país me operarían enseguida!



Tras la presentación entramos directamente en la exposición de los hechos: el sistema sanitario norteamericano está en manos de empresas privadas, cuyo objetivo (y esto lo demuestran) es enriquecerse. La situación se vuelve penosa en el momento en el que Moore nos expone más y más casos de ciudanos que por culpa de estas empresas han sido incapaces de ayudar a sus difuntos familiares. El realizador no sólo se queda con esta situación, sino que viaja fuera de EEUU. Si el planteamiento base del gobierno es el miedo a socializar la sanidad entonces, ¿cómo viven los países con seguridad social? La respuesta que encuentra en Canadá, Francia e Inglaterra es siempre la misma, con un sistema que funciona gracias al ciudadano. "¿Entonces qué falla?" se pregunta Moore, "El gobierno" responde el espectador.


Sicko, para mi, es un buen documental. Heredero del cinema verité y con mucha más autoría presencial de la que debería, Moore construye, a partir de la idea principal, una segunda trama cuando muestra a los "heroes" del 11-S, gente que ayudó al gobierno durante el ataque terrorista y que por este motivo han desarrollado enfermedades físicas y psicológicas. Por una parte el realizador nos muestra el problema y por la otra nos adentra en la experiencia vital de éstas personas (personajes). Es impagable el viaje a Guantánamo y Cuba.

Espero con ganas el próximo, que según he leído ya está disponible en la red, Slacker Uprising, y por supuesto Capitalismo: una historia de amor, ya en las salas de cine españolas.

Te gustarán:

Super Size Me (2003, Morgan Spurlock)
Critical Condition (2008, Roger Weisberg)
Bowling for Colombine (2002, Michael Moore)
Slacker Uprising (2007, Michael Moore)
Capitalism: a love story (2009, Michael Moore)


Artículo de Rubén S. Ferrer

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