5 de enero de 2010

La invasión de los ladrones... de ideas



Sería muy difícil desarrollar una novela, o un guión, tan eficaz y punzante como el La invasión de los ladrones (más bien usurpadores) de cuerpos sin vivir las circunstancias socio-políticas de la Norteamérica de los años 50. ¿Acaso no se puede hacer un paralelismo entre la caza de brujas promovida por el senador McCarthy y el estado de paranoia anti-comunista con el hilo argumental del film?

También es interesante recordar que el supuesto accidente de un OVNI en Roswell en 1947 (año en el que por cierto nació el término “platillo volante” ) tuvo una gran repercusión mediática y acercó el fenómeno a un público mucho más global.



Sería poco acertado simplificar la idea de la invasión alienígena a un subproducto de género ( de ciencia-ficción se entiende) cuando el tema principal, sin duda alguna, es la deshumanización de la sociedad. ¿No es también cierto que vivimos en un ambiente de contínua intrusión ideológica? Es por ésto que la idea sobrevive a generaciones, y es por eso también que ha originado hasta cuatro adaptaciones oficiales de la novela de Jack Finney, la mencionada La invasión de los ladrones de cuerpos, de Don Siegel junto a otras tres: La invasión de los ultracuerpos, de Philip Kaufman, Los secuestradores de cuerpos, de Abel Ferrara y la reciente Invasión, de Oliver Hirschbiegel.

Me quedo con la de Siegel por muchas razones, la mayor parte de ellas de caracter sentimental. Primero, porque nace en la edad de oro del cine de ciencia-ficción, compartiendo en ocasiones cartel con películas como La humanidad en peligro, El increíble hombre menguante o Ultimátum a la tierra, concebida unos años antes.

Y segundo, porque es verdad que una imagen vale más que mil palabras, pero también es verdad que más fuerte es la imaginación, y sinceramente, no tiene precio el que una película te enseñe el camino, perfectamente diseñado pero sin acabar, para que tú luego lo puedas completar.

Philip Kaufman, no hizo una mala adaptación, substituyó la inocencia e ingenuidad tan característica de los 50 para modelar una película mucho más pesimista y trágica, con una resolución realmente fantástica.

En cuanto a las otras dos, Ferrara se lleva la invasión al terreno militar logrando un producto mucho más efectista y fallido, según mi opinión. Diferente, eso sí.

Por último, el director de la interesante El experimento, realiza la versión más comercial e insípida de todas, otorgando el protagonismo en este caso a una mujer (papel interpretado por Nicole Kidman). Podría haber sido interesante ver como evolucionaba la idea, esta vez madurada en una sociedad que deriva del 11 de septiembre, pero lo cierto es que la película resulta muy plana, con poco suspense y carente de cualquier emoción.

¡Anda!, a ver si es lo que pretendían los invasores…


Otras invasiones no oficiales:


V, Invasión extraterrestre
(TV), 1983
El terror llama a su puerta, 1986
Expediente X (TV), 1993
The Faculty, 1998
La Plaga, 2006

Artículo de David Boscá

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