23 de enero de 2010

A propósito del cine de Jean Vigo




À propos de Nice (1929)

Conocí la obra de Jean Vigo en la universidad. Generalmente cuando empezamos a investigar sobre una corriente artística, por arte de magia, nos aparecen miles de nombres que llegan hasta nosotros. Vigo fue uno de ellos. Aquel año, gracias a mi colega P.R, programamos en el cineclub el primer, y único, largometraje de este director francés, L'Atalante (1934). La película me dejó sorprendido por su vitalidad y modernidad, a lo debemos añadir que Jean Vigo estaba muy enfermo en el momento de su realización. A partir de la proyección me enteré que este realizador tenía dos documentales cortos en su haber, el primero À propos de Nice (1930), obviamente sobre Niza, y el segundo sobre un nadador, Taris, roi de l'eau (1931). Como sucede con la vida dejé pasar la pasión que sentí y me enfrié. Este año, de forma mágica nuevamente, apareció ante mis ojos À propos de Nice.



Nada más empezar su visionado me quedé atónito. El cortometraje documental arranca con una banda sonora interpretada por un instrumento típico francés, el acordeón. Acompañando a la música el documental abre con un plano aéreo de la costa de Niza. A partir de ese momento Vigo no hace otra cosa que jugar con la cámara: le sirve para retratar, capturar el movimiento y construir planos y movimientos según la arquitectura del lugar (esto me emocionó). Pero el retrato de Niza no trata de mostrar el nivel de vida previo a la II Guerra Mundial, sino que pretende denunciar las injusticias. Esto lo consigue muy bien en la fase de montaje. Vigo lo que hace es, antes de introducir una secuencia nueva (planos de distinto contenido) intercala una serie de fotogramas en la secuencia actual, la termina y rápidamente cambia a la nueva secuencia. De esta manera nos muestra la imagen de una joven bailarina en pleno carnaval mientras nos va acercando al joven que trabaja duramente los altos hornos, o bien nos contrapone el lujo de la vida en los barrios de los ricos con los de los pobres. El uso que hace aquí del montaje es magnífico. De una forma indirecta el director deja entre ver qué sucederá a continuación, por lo que consigue introducir la próxima secuencia habiéndola hospedado previamente en la retina del espectador. Referencia cinematográfica digna de aparecer en los manuales de edición.


Y eso es À propos de Nice, un corto retrato social de la Niza de los treinta. Creo que si Vigo pretendía denunciar las injusticias reales la manera de rodarlo no era la adecuada, sin embargo, el documento es de una riqueza artística tan importante que debería ser obligatorio su visionado. Aunque el discurso narrativo del documental cambió mucho en los cincuenta siempre se tuvo a Vigo (y Vertov) como uno de los padres creadores del cinema-verité.

Te gustará:

L'Atalante (1934)
Taris, roi de l'eau (1931)
Zéro de Conduite (1933)

Artículo de
Rubén S. Ferrer

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